lunes, 17 de mayo de 2010

ANTONELLA


Dice Brenda Ansnicar-:

Tengo 16 años y mido 1,58. Nací el 17 de Octubre de 1991.

Signo: Libra

Colegio: Nuevo de las Lomas

Record: haber hablado 6 horas por celular

Una confesión: ser ambiciosa

Que te gusta?: salir de shopping y comprarme ropa de marca.Tengo cositas de divina pero nunca le haría daño a nadie.

Me gusta de mi: mi pelo, mi boca y mis ojos color caramelo

Mi deporte favorito: atletismo

Mi artista favorito: Britney Spears

Dibujos animados: los rugrats y ginger

Mi momento top: cuando iba a festejar mis quince en un barco, me seleccionaron para integrar el elenco de Patito Feo

Los chicos: Yo soñaba con salir con alguien que me quisiera , que fuera bueno y viviera cerca de mi casa, en eso apareció Andrés Gil (Bruno, en la tira) que es bueno, me quiere y vive a una cuadra y media de mi casa

Mail: si, pero privado.

Fotolog: si

Tu fotolog se puede encontrar en el buscador?:Si, pero es muy raro que crean que soy yo. Hasta aveces me dejan mensajes diciendo cosas como "trucha" en verdad eso no me importa.... trato de que me crean pero solo hasta un punto.


Como un pequeño huracán que arrasa con todo, Brenda Asnicar apareció en la pantalla de televisión y se convirtió en una verdadera revelación. Su personaje de Antonella, la mala, la divina de la tira infantil Patito feo (Canal 13, a las 18) se impone con presencia, simpatía y mucha desenvoltura.


Con apenas 15 años (aunque aparenta menos) y muy poca experiencia en el medio, Brenda supo armar una criatura de esas que se hacen notar cuando aparece en escena. “Me divierto mucho haciendo de mala, lo disfruto”, cuenta. En el camarín que comparte con otras chicas del elenco, hay una colchoneta y un puf donde se acomoda para hablar, justo en el rato libre entre la escuela y las grabaciones. Ahí, rodeada de zapatillas, almohadones y un hornito de aceite aromático, durante los baches entre escenas, las chicas descansan, repasan su letra y estudian para el colegio. “Nos tomamos lección unas a otras para hacerlo más llevadero”, cuenta. Este año empezó el primer año de Polimodal en el Colegio Nuevo de Las Lomas de San Isidro.


“No soy de las que aman ir al colegio pero me gusta, los profesores me ayudan mucho y con mis compañeros la paso bien. Lo que más me molesta, en realidad, es levantarme temprano. Yo quiero dedicarme a ser actriz pero sé que tengo que estudiar porque la educación es fundamental”, asegura con una verborragia digna de la edad.


A pesar de que nunca estudió actuación ni canto ni baile, la chica se desenvuelve con naturalidad actuando, cantando y bailando. “Tengo una coach, Mónica Bruni, que me ayuda con todo. Lo que me sale lo aprendí sola, por intuición. Pero me gustaría mucho tener tiempo para estudiar y formarme en esto. Estoy muy agradecida porque es la primera vez que hago ficción pero tengo hambre de crecer, de hacerlo cada vez mejor”.


La única experiencia anterior de Brenda con el espectáculo fue conduciendo el programa infantil Chicos argentinos, por Canal 7 y en un coro de niñas. Para el personaje de Antonella en Patito feo, que al mando de Las divinas se enfrenta a Las populares que encabeza la protagonista Laura Esquivel, tuvo que pasar por un exigente casting.


“Pasé como seis o siete pruebas, fue complicado. Y todo me agarró en medio de los preparativos de mi fiesta de 15, el año pasado. Además no nos decían para qué personajes íbamos a quedar. A mí me probaron primero para hacer de la buena pero les gustó más cómo me salió la mala. A mí me encantó. Cuando leí los guiones dije: quiero hacer esto“.


Ahora dice que está feliz porque el grupo es muy contenedor y puede aprender de los actores adultos, sobre todo de Gloria Carrá, su madre de ficción y, obviamente, también malvada.


Brenda vive con sus padres y su hermano mayor, Iván. “Nadie en la familia se dedicó a esto pero todos me apoyan mucho y están contentos con lo que me pasa. Ojo, también me hacen críticas constructivas porque a mí no me gusta eso de todo muy lindo, todo muy lindo y nada más”.


Ahora se está acostumbrando a que algunas nenas con las que se cruza en la calle la miren de reojo, con un poco de susto. “A veces las tengo que convencer de que la mala es el personaje, que yo soy buena.Es divertido”.


Trabajar y estudiar, a los 15 años, aunque sea en la televisión, es agotador. Pero a Brenda le sobran energía y entusiasmo para encararlo. “Estoy tan acostumbrada a llegar a casa a las ocho, bañarme, repasar el guión del día siguiente y estudiar para el cole. que si no lo hiciera, me parecería raro. Lo único que no quiero perderme nunca es tomar mate y charlar con mi abuela”.


Los fines de semana son para estudiar y estar con los amigos. “Pero todo muy tranqui: salir a comer o ver películas con las chicas. A veces, ir a bailar porque si voy siempre, me cansa”.


En medio del ida y vuelta a ritmo aceleradísimo, Brenda se da tiempo para pensar que, además de ser actriz, quiere estudiar psicología.Y la convicción es tan grande que convence a cualquiera. Con mezcla austrohúngara e italiana en su sangre, la divina Brenda tiene un horizonte amplio.

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